Radiofórmulas y repetición de contenidos

Existe un lugar común que dice que no ha dejado de sonar en el mundo alguna canción de los Beatles, por lo menos desde que se separaron. Puede que sea cierto, sí. Pero algunas de las radiofórmulas españolas superan esto con creces: hay canciones de algunos grupos y/o solistas que no han dejado de sonar ni un solo día desde que se publicaron, incluso varias veces. Es más que habitual, me ha pasado en bastantes ocasiones, sin ir más lejos esta mañana, estar escuchando una canción en una emisora y al cambiar a otra también la estén emitiendo. Yo he encontrado hasta tres emisoras que estaban radiando la misma canción con apenas un desfase de pocos segundos. Y no canciones de rabiosa actualidad, que piensas que pueden estar de promoción, sino clásicos pop/rock que hace muchos años que salieron. Se repiten machaconamente los mismos éxitos de casi los mismos artistas, con pocas incorporaciones, y el resto del repertorio de dichos artistas pasa más desapercibido que un grano de arena en el desierto.
El dial radiofónico es desolador, por lo menos en Barcelona. Quitando las 4 ó 5 radiofórmulas, el resto aburre a las ovejas. Naturalmente hay programas de buena música pero quedan circunscritos a horarios intempestivos, nocturnos y festivos. Las emisoras han decidido lo que nos gusta y a tragar. Pasa igual en las cadenas de televisión, donde concursos para descerebrados, programas marujiles, folletines y series, que quieren dar risa pero dan pena, han campado y campan a sus anchas. De ahí, en parte, el temor que tienen a Internet y los nuevos medios, que pueden ofrecer contenidos más específicos y adecuados a los gustos y peticiones de los espectadores, pero claro esto fragmenta sus sacrosantas audiencias. Y con las audiencias fragmentadas los anunciantes no están dispuestos a pagar tanto por su publicidad y el negocio (chollo) se acaba. Si Internet consigue dar el salto al televisor de nuestras casas, como parece que así será, saldremos ganando.