Barras o barreras

Leo en la edición impresa del periódico ADN de hoy, 16 de febrero, la columna de su contraportada The End a cargo de la periodista Mariola Cubells, que en ESTE ENLACE podréis consultar. En el artículo, la periodista comenta que ha recibido el enésimo correo electrónico llamando al boicot a los productos catalanes. Ésta es la respuesta que le he enviado:

Querida Mariola,

Yo además habría contestado que si los deseos del autor o autores del correo se cumplieran, el PIB de Cataluña se hundiría y ya no podría contribuir a que las regiones deficitarias, que no han hecho nada durante décadas por modernizarse y actualizar su modelo productivo, siguieran viviendo de la sopa boba, con unas infraestructuras y un sistema que no pudieron permitirse nunca.
Por eso muchos piensan, pensamos, que la única solución, el único camino viable para Cataluña, es la independencia. Porque Cataluña es viable, con grandes sacrificios, sí, pero tiene el potencial. Mientras que España en su conjunto (y desde luego muchas regiones de ella) no, porque los políticos y los partidos de estas regiones se han dedicado desde siempre al clientelismo y a garantizarse su parcela de poder, fomentando una economía subsidiada y el odio y el desprecio a lo catalán (el que garantiza el subsidio).
Y no es pasión ciega y desenfrenada de un independentista irracional, sino constatación del pensamiento de las instituciones económicas y de las potencias que nos están marcando el paso desde hace meses, que están apretando las clavijas a nuestra economía y más las van a apretar en un intento infructuoso por salvar lo insalvable: España, con la enorme deuda que arrastra de sus administraciones, empresas, bancos y ciudadanos, y con un modelo productivo que no conseguirá jamás recuperar ni a una mínima parte de su población en paro, no es viable.
Y cuando al final, más pronto que tarde, háganse a la idea, nos tengan que rescatar, intervenir, prestar dinero en acuerdos bilaterales o como quiera que le llamen al eufemismo, las contrapartidas serán tan devastadoramente terribles que todos los tontos que escriben correos promoviendo boicots desde su rabia española encontrarán por fin el premio a sus esfuerzos. Lástima que entonces será tarde para que rectifiquen. Y para los demás también.
En cualquier caso, gracias por tus artículos que siempre sigo por su interés y por su calidad.

Un saludo.